sábado, 7 de mayo de 2011

Un momento de alegría



La Reverenda Deliris Carrión es oriunda de Puerto Rico, la Isla del Encanto. Como a nosotros, le apasionan los niños. Los huérfanos la deprimen, si no puede recompensarlos en algo. Cuando supo de la existencia de OEIDIH, nuestra benéfica y no lucrativa organización, nos visitó con entusiasmo. Fue un sábado, el 23 de abril de 2011; así es que se encontraba presente el casi centenar de niños que para esa fecha del almanaque acuden al oasis de nuestra institución en busca de todo lo que les falta debajo de las calurosas carpas, donde predomina la ley de la selva durante toda una semana de ajetreos y monótona desesperación ¡Vaya paradoja!
Fue un día maravilloso en el que todos los presentes recibieron el premio de la sonrisa del niño, cuando se siente realizado. No sé si usted recuerda que para esa fecha cerrábamos la Semana Santa. Por tanto era Sábado de Gloria, por ser la víspera de la resurrección. Ese motivo generó un despliegue de actividades realizadas por los niños en relación con el homenaje al más grande Maestro de la historia humana: Jesús, nuestro Redentor. Hubo dramatizaciones que movieron a la sonrisa y a la reflexión. Él murió porque nosotros hagamos el bien a los demás. Por tanto ¿Cómo es posible que puedan vagar tantos niños por una ciudad en ruinas sin encontrar una mano amiga tendida, como la del que un día nos dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar…”? En la foto la pastora Deliris rebosa de alegría, porque siente que ha llegado al sitio que buscaba, o más bien al sitio que buscan los niños huérfanos de Puerto Príncipe, víctimas del terremoto del pasado 12 de enero de 2010. Ella es una permanente defensora de los derechos de los niños y las niñas. Por eso lleva a cuestas un pensamiento que tiene que ver con este propósito. Si ella abriera en este momento nuestra, de seguro resultaría sorprendida, porque sin su permiso recogimos una muestra de su punto de vista, plasmado en su pulóver: “Los niños y las niñas tienen derecho…a vivir felices… a estar sanos… a tener una familia… a ser protegidos”. Sin embargo estamos seguros de que ella comparte nuestras alegrías, porque ha visto en nosotros la coronación de sus anhelos. Cuando le pedí sus impresiones sobre las actividades del día me dijo: “Esto es precisamente lo que yo buscaba.”

MSC Arnoldo Civil Urgelles

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