miércoles, 11 de mayo de 2011

Algo fuera de contexto.



Soy cubano. Eso ha hecho que en cierta medida pierda el sentido del estupor frente a las acciones desarrolladas ante los enfermos que no tienen recursos para costearse la asistencia de un galeno. Algo similar he llegado a ver en Haití… No se embulle, amigo, que no le hablo de un sueño realizado como consecuencia de algún viaje al mundo onírico. Porque aquí en Haití hay miles de personas que con necesidades clínicas o de medicación, no pueden hacerlo porque son demasiado costosos los honorarios del galeno…Tal es el caso de la paciente a quien se le salían los ovarios y había que entrárselos a fuerza de tenacidad… No había asistido antes a las consultas porque no tenía recursos. Quiero hablar de la titánica labor de los médicos de Puerto Rico, la hermana isla borinquen, quienes durante tres días cada mes han venido a realizar una épica labor. Durante los días finales de abril abrieron sus corazones desbordados de ternuras, para atenuar las tensiones de más de mil setecientas personas que anhelaban delirantemente este encuentro. El doctor Mario…., la Doctora Luz…. De la fundación portorriqueña Living For Haiti, convocados por el Reverendo Ezequiel Batista Civil, Coordinador Nacional del Proyecto de Atención a las Personas con Discapacidad, hicieron prodigios… Por la cifra de personas atendidas, que eso en otros contextos se puede encontrar. Lo llamativo es que en improvisados consultorios abrieron las puertas de la ternura para que en tres comunidades Croix-Bouquet, Delmas 102 y Petio Ville (donde atendieron a otras tres de forma simultánea: Tabarre, Cite Soleil y La Ville) vieran coronadas sus esperanzas.
Volaron en pedazos todas las expectativas, porque en cada caso fueron vistos casos con diferentes especificidades. Personas con discapacidad (que luego del terremoto se han triplicado) abrieron los ojos, engrandecidos por el estupor, al verse andar de nuevo con dos pies, gracias a la magia de los protesistas del Doctor Mario, un galeno boricua que regala su corazón a cada paciente mutilado ¡Y siempre le queda otro inmenso, presto a compartirlo con los parias haitianos. Particularmente conmovedor resultó el caso de una niña a quien se le había escapado del rostro la sonrisa desde el doce de enero de 2010, al verse sin una de sus dos piernas… ¡Hoy Mario le regaló la otra piernecita flamante y le devolvió la sonrisa! De ella les hablaré en otro comentario; de modo que no me detendré en ella. Sólo la menciono para que tenga una idea de cuánto derroche de humanismo hubo en este punto maltratado de la latitud del planeta. Lo más importante fue el impacto social. Nada de campañas; solamente la convocatoria previa. Eso desencadenó una avalancha de asistencia. Todos los mutilados enfermos y otros no mutilados, con necesidades adicionales también recibieron la consulta y los medicamentos necesarios de forma gratuita. No sé cuánto valdría su prótesis; lo que sí sé es que es que no se las habrían podido agencias en este contexto.
Nada, que lo realizado por los galenos boricuas, liderados por la Fundación Living For Haiti que vendrán puntualmente el último fin de semana del presente mes de mayo, y que dirige el doctor Mario, resultó ser algo fuera de contexto, que los haitianos recibieron y recibirán con los brazos abiertos y el corazón lacrimoso de tanto agradecimiento. Gracias, hermanos, por tanto derroche de amor.
MSC Arnoldo Civil Urgellés

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