Organización Evangélica Internacional para el Desarrollo Integral en Haití , es una Organización sin fines de lucro. Trabaja específicamente con niños, pues creemos que a través de ellos obtendremos los resultados del futuro, de modo tal que nos propongamos equiparlos para que alcancen su potencial dado por Dios mediante la creación de oportunidades de carácter espiritual, físico, social, mental y emocional.
lunes, 20 de junio de 2011
Agradecimiento
Speciální poděkování Katce Ludwigové,Ireně Strykové a kolektivu Autoelegance Honda Brno.Obrovské poděkování paní Sylvě a paní Hamříkové,které pro děti věnují mnoho peněz.A velké poděkování Pavlínce Skalinové.
Rodině Zigové a Saidlové,Mechovcům a panu KEZNIKLOVI,za pomoc,rady a povzbuzení.A moje speciální poděkování Ireně Strykové a Zuzce Trnkové.
jueves, 9 de junio de 2011
Con esas manos, andamos
MSC Arnoldo Civil Urgellés
domingo, 5 de junio de 2011
SABADAZO
El ómnibus devora con audacia las intrincadas vías de Puerto Príncipe, de regreso. Ha sido un día intenso, pero los rostros reflejan alegría, que se multiplica tras los compases contagiosos de una kisomba cristiana, que le arrebata las manos del timón al conductor, para hacerlo canturrear, de cuando en cuando, la melodía que se nos pega. Una tras otra desfilan las melodías, que arrancan pasillos improvisados en el interior del vehículo de transportación masiva. Todos nos movemos acompasadamente. Algunos muerden una masa de algodón con tela antiséptica, porque les han extraído algunos dientes o molares. ¡Pero esos también se mueven! Cualquiera que los viese se aventuraría a decir, como dijo un cubano de rancio abolengo en una fiesta de igual talante: “¡Que pare el que tenga freno!” A nuestro lado viaja la portorriqueña Deliris Carrión, a quien agradecemos interiormente el habernos asegurado el transporte que nos conduce en este momento. El pastor Ezequiel Batista me interroga con la mirada, como si quisiera saber mi punto de vista en relación con los acontecimientos del día que fenece. “Ha sido lo mejor que hemos visto en OEIIH. Simplemente un sabadazo” le contesto, al tiempo que me dispongo a recorrer los laberínticos argumentos que me han hecho formular tal afirmación. Para ello doy un paneo retrospectivo en el recuerdo…
II
A las ocho de la mañana hay ansiedad en las miradas. Se presagia tormenta, aunque los más avezados dicen que sólo por la tarde podría llover. De todos modos Ezequiel tiene convocados a los cien niños que conforman el Programa OEIDIH, porque los médicos portorriqueños nos han ofrecido sus inestimables servicios de Estomatología. Por un minuto recuerda que tras un dolor de muelas intenso tuvo que pagar 40 dólares para hacerse una extracción. ¡Qué va! ¡De ningún modo podemos perdernos esa oportunidad! Y se pasea impaciente, ente la no llegada del ómnibus que nos prometió llegar a las siete y cuarenta. Él ha declarado por fe que el evento se desarrollaría, y ahora espera una respuesta de lo alto, y también de los de acá abajo. ¡Al fin la guagua! Todos abordamos el ómnibus. Unas ochenta personas entre niños y adultos en una mañana que presagia incertidumbres atmosféricas, dentro de un ómnibus, cuyo chofer parece ser el más jacarandoso de todo Puerto Príncipe, a juzgar por sus ademanes al compás de cada canción cristiana. Unas fotos para la posteridad, o la memoria gráfica, y ya estamos en marcha. El ómnibus devora las distancias, burlando trabazones y embotellamientos, porque sin saber cómo, se las ha ingeniado el chofer para burlar el flujo vial y romper todos los pronósticos. Nos encomendamos a Dios, y cantamos. Cantamos porque nos lo pide el cuerpo, porque tenemos a varias decenas de huérfanos cantando a nuestro alrededor, sin que por un momento recuerden su condición de niños arrancados del seno de sus padres; cantamos, porque aunque no contamos con el financiamiento del programa en su conjunto nos vamos hacia adelante, porque “por la fe el justo vivirá”, sentencia la Palabra. Así que aunque no tengamos aprobado el proyecto que sustente el desarrollo de todas las actividades que tenemos concebidas, vamos hacia adelante. Finalmente cantamos porque vamos a un encuentro con otros orfanatos. Los nuestros llevan el sello distintivo de un nuevo concepto de estos centros, donde los patrocinadores son una especie de padres adoptivos, y no unos impartidores de órdenes secas e imperiosas. Allí nuestros niños podrán dar muestras de que aunque no tenemos recursos tienen organización estricta. Todos van con el uniforme azul, en cuya espalda resplandece la palabra OEIDIH. Y en sus rostros florece la esperanza que nace de la alegría de saberse amparados… Y así, entre canciones, nos sorprende la institución de Iniciativa Comunitaria…
III
El día “se ha portado” de lo mejor. Ni una llovizna durante todo el tiempo. De modo que nuestro programa se desarrolla como estaba previsto. Los estomatólogos han descubierto bocas de una virginidad estomatológica increíble. Bocas con dientes que no habrían resistido una semana más. Bocas que por un milagro de la supervivencia no habían hecho estallar en llantos a sus dueños. Simultáneamente otras bocas entonan canciones, y se estrenan con músicos profesionales que han venido de Puerto Rico a cantarle a la esperanza, y a fundar el imperio del amor. Y sin ensayo “suben” a la tarima imaginaria. Pero cantan. Cantan a Dios… Cantan al dolor y a la alegría. Cantan a una ciudad que se estremeció desde sus montones de escombros, llevándose la imagen de sus padres, que se esfuman ahora en sus recuerdos… Los visitantes les regalan maracas (o “tchatcha”s, como se les dice por acá) y se arma la gorda, porque un concierto con más de cien maracas no hay quien lo entienda, sobre todo si tenemos en cuenta que cada maraquero tiene un concepto rítmico diferente y tiene también un diseño musical distinto. Pero al final una ensalada musical de tonalidades especiales es algo que el oído más ingrato no deja de apreciar positivamente, si tenemos en cuenta que es un espectáculo irrepetible. Teatro, con nuestro grupo Challenger y otras representaciones escénicas, entre las cuales los de los demás orfelinatos tuvieron una participación más destacada, fueron motivos para matizar nuevas escenas en un contexto totalmente innovador.
III
La doctora Luz es la directiva de Iniciativa Comunitaria, una institución que nos da asistencia una vez al mes con médicos que vienen desde a nación boricua a solidarizarse con nosotros los que de algún modo tenemos Haití en los genes y en el alma. Ella facilitó la infraestructura para que este evento se desarrollara con todo éxito. De modo que no resultó extraño que al final del evento todos los médicos, estomatólogos, auxiliares y demás personal paramédico se fundieron en un abrazo múltiple con los niños nuestros. Eso nos dio la medida de que los niños de nuestra institución agradecieron con el alma el que les hubieran dado un espacio en el corazón de los la nación de Albizu Campos…
…Ahora el pastor Ezequiel Batista me interroga con la mirada, como si quisiera saber mi punto de vista en relación con los acontecimientos del día que fenece. “Ha sido lo mejor que hemos visto en OEIDIH. Simplemente un sabadazo” Porque fundamos la esperanza. Y aun cuando el proyecto que queremos defender no tiene patrocinadores, damos el pecho a la incertidumbre con la coraza de la fe, que es en definitiva lo que nos ha permitido llegar hasta aquí con este manojo de estrellas amontonados a nuestros pies.
jueves, 2 de junio de 2011
Gracias Petra
I
Hoy es un día especial. No es Día de Reyes. Evidentemente, porque ya junio cabalga en su furioso corcel de aguas y ciclones, y los Reyes Magos no se llenan los botines de charol del barro de Port au Prince, en busca de un desdichado que con la mano tendida lo espera desde su mundo de fantasías y quimeras. Aun así, en nuestra˗ casa orfelinato se ha armado “la gorda” Los niños están como desquiciados. En medio de su condición irrevocable de niños que fueron arrancados del tronco madre de sus familias naturales, el fatídico 12 de enero, ha habido (como casi todos los días) un nuevo rayo de esperanza que refulge sobre sus cabezas) Han llegado una cajas desde la lejana República Checa. (Específicamente dos) Las abrimos… Y se hizo la luz. ¡Wau! Muchos juguetes, ropa, almohadas y otros elementos necesarios para el desenvolvimiento de nuestra vida en común. Saben los niños que ellos son los destinatarios; por tanto hay expectativas (¿¡Qué me tocará?!). La Pastora Yaniurka Mosqueda después de haberlas abierto prueba algunos de estos… ¡Una ranita, saltando, “croa” como si estuviera en su mejor laguna; aquel osito koala deslumbra desde su “mirada tiernamente ingenua”; aquella mochila invita a un picnic con todas las de la ley! Los mayores aprovechan que algunos, los más pequeños, creen en la identidad real de la ranita que saltando detrás de ellos trata de darles alcance. El más pequeño de todos, James, a punto de histeria, se defiende de las embestidas del “monstruo” que les ha venido a invadir la tranquilidad. Y hasta ha sido necesario intervenir, a fin de imponer un poco de clama natural al evento de locura que se ha desencadenado frenéticamente. Otro niño prueba uno de los juguetes “¿¡Madam, me puedo quedar con éste?!... ¿¡Y con este?! ¿¡Y éste?! Y así, de buenas a primeras todos reciben la bendición de una juguetería que desde el otro lado del planeta les ha mandado un montón de estrellas y alegrías.
II
Dice un adagio cristiano que las misiones se desarrollan con los pies de los que van, las rodillas de los que oran y las manos de los que dan. Nosotros nos encontramos al frente de una misión de nuevo tipo. Porque enfrentar el reto de atención de un grupo de niños desamparados, sin recursos materiales demanda de una gran dosis de fe. Sólo esa es la que nos ha permitido navegar en las inciertas aguas de una ciudad en ruinas. Hay de todo en esta ciudad… Desde los que se aprovechan de la precaria situación de los desamparados y a base de fotos que después circulan por el mundo a fin de recaudar su presupuesto se engordan la panza, hasta los que vienen a donde nos encontramos los que de verdad estamos trabajando y toman fotos de nuestra realidad, para hacerla “suya” y presentarse como los benefactores. Diseñan fantasías en el aire, y sin saber de qué manera, hacen creíble una historia, cuyos protagonistas se encuentran en otras latitudes de la ciudad. Tales personas tienen una deuda enorme con Dios, a quien nadie podrá engañar, pues es el que todo lo sabe. Muchos se preguntarán cómo nos mantenemos en pie, si no tenemos siquiera aprobado el presupuesto para mantener en pie un proyecto que nos haga navegar hacia puerto seguro. Pues, nada. Ahí va la respuesta. Hay en todos los rincones del mundo almas que son gemelas con las de los ángeles, querubes y serafines. Una de ellas es Petra, una ciudadana checa que nos ha ayudado contantemente y con todo su corazon. Al conocer nuestras pretensiones de dar techo a los niños sin amparo paternal, por las circunstancias ya conocidas nos ha apoyado aportando el presupuesto para el alquiler del local del orfanato, y una que otra vez nos envía desde Europa recursos que distribuimos entre los niños más necesitados. Petra, aún no te conozco, porque llegué de Cuba después de que tuviste ese gesto tan cristalino, de armarnos la esperanza. Pero te imagino como alguien cuyo corazón no le cabe en el pecho de tanta grandeza. Sin dudas, aunque estés en la república Checa, estás con nosotros, hombre con hombro, desarrollando este propósito de no dejar desamparado a ningún niño, porque sus padres ya no están entre los vivos. Eres también una misionera, porque has aportado recursos inestimables a nuestra causa humanitaria y quijotesca. Porque las misiones sólo pueden ser posibles si los que van, caminan; los que dan, aportan y los que oran, piden a Dios que interceda por nosotros. Gracias, Petra, porque sin ti nuestra barca no podría haber avanzado muchas millas, pues el combustible escaso habría hecho que quedáramos al pairo, es decir, a la deriva.