lunes, 1 de agosto de 2011

Amor a manos llenas



Razones ajenas a nuestra a nuestra voluntad han hecho que nos hayamos mantenido alejados de nuestros lectores. Compartimos otros quehaceres en este laborioso país; y las circunstancias nos impusieron un conjunto de actividades impostergables. Vencido ese obstáculo, volvemos, a la carga con elementos de interés.
Hace cuatro días la organización OEIDIH recibion la bendición del Altísimo. Un grupo de misioneros de la hermana isla de Puerto Rico, liderados por los hermanos (y una sola carne en Cristo) Jorge y Ángela Nieves, quienes lideran la organización benéfica y misionera Misioneros Nueva Generación de Haití. Ellos movidos por el interés despertado por nuestros niños se han acercado a OEDIH a fin de tomarles la temperatura espiritual. Y eso han hecho a lo largo de todos los días que han permanecido entre nosotros, compartiendo nuestro techo, nuestra mesa, nuestras alegrías, nuestro amor, nuestras esperanzas, nuestro Dios y todas las cosas buenas que de sus corazones brotan.
Han sido tantas las actividades desarrolladas que va a resultar difícil poderlas resumir en unas pocas páginas. Esa es la razón por la cual prometemos a nuestros lectores írselos presentando a medida que nos vayamos adentrando en el desarrollo de nuestro quehacer informativo. De nada valdría que habláremos de todo el conjunto de actividades realizadas por los mismos sin antes haberselos Conocer a tan ilustres sujetos, quienes tripulando un carrousel de alegrías destaparon el cofre misterioso donde duerme el duende de la imaginación de nuestros niños huérfanos. Basta decir que solo por la magia de ese amor que nos inspira el Espíritu Santo lograron el milagro de arrancarle una sonrisa a uno de nuestros niños a quien nunca pudimos ver esbozar siquiera un atisbo de alegría. Fueron varios días los que tuvo que convivir con sus padres muertos bajo los escombros, y cuya vida se salvo milagrosamente en una historia apasionante que quizás un día, cuando el tiempo lo permita, se la pueda contar. O que importa ahora es que product de todas las actividades realizadas por estos misioneros se nos agrandó, se nos dilatٕó de gozo el corazó al verlo sonreir, y más, reír a mandíbila bariente. Qué no se logra cuando tenemos presente el amor. Pore so convengamos en una cosa. Yo se los presento, y en un próximo momento les iré hablando de cada uno de estos ilustres inquilinos que desembarcaron en neustras playas con una barco de amor. A Dios las gracias por tan spiritual regalo.
Un dato adicional Esa que sonríe, abrazada de una pequeñuela es la misma Sandra, a quien las circunstancias nos unieron para estar juntos en las malas y en las buenas,
y a quen ustedes ya conocen de otros relatos, en los que el color de la sonrisa, como nuestro primer niño, se había esfumado de su rostro.
MSC Arnoldo Civil Urgelles

1 comentario:

  1. Hello! Usted tiene un sitio interesante. Es agradable para visitar aquí.

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