El 12 de enero en el momento del terremoto me encontraba dentro de mi casa, en una tercera planta, sentí que todo se movía de un lugar a otro, hasta el punto que se desmorono toda aquella edificación,quede atrapada entre los escombros, mi niño mas pequeños le había caído un bloque enzima y lloraba incansablemente, me quede entre escombros hasta horas de la noche cuando escucharon mi clamor y me rescataron a salvo, pensaba en mi esposo y mi otro hijo, si habían sobrevivido.Luego de unas horas supe que mi esposo había muerto en su trabajo no podía creer lo que estaba sucediendo, me sentía destruida en mis sentimiento y mi interior, el niño más pequeño por la gracia de Dios se encontraba en la calle jugando, me sentía muy adolorida pues me había caído una columna en la pierna y la tenía en muy mal estado. El día 16 me llevaron a Santo Domingo para el hospital, lo primero que escuche fue que el médico le dijo a mi mama, su hija tiene la pierna infectada y tenemos que amputarla, mi mama dijo NO por favor y comenzó a llorar, yo sentí que no podía mas con tanto dolor.
Mi mama expreso. Si esta es la única manera de salvar la vida de mi hija pues empúntele que mas podemos hacer, de esta manera fui llevada al salón de operaciones y intervenida quirúrgicamente, al despertarme y ver que no tenía mi pierna quería morir, pero pensaba en mis dos niños.
Llegue a Haití destrozada, ahora vivo en carpas pues perdí mi casa y todo lo que tenia, perdí a mi esposo quien era el que me sustentaba económicamente, me encuentro con una discapacidad y con dos niños huérfanos. Gracias a esta organización que trabaja con niños huérfanos que me están ayudando a sobrevivir. Esta es toda mi experiencia como víctima de la catástrofe del 12 de enero.
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